El hospital cántabro es el primero del país en integrar este procedimiento en su rutina asistencial y presta servicio a otras comunidades autónomas
El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ha realizado ya la secuenciación masiva de 1.500 tumores de pacientes con cáncer avanzado. El centro cántabro es el primero del país que ha integrado en su rutina asistencial este procedimiento con el que se ha dado un paso de gigante en la Medicina personalizada de precisión, el gran reto científico para el tratamiento de las enfermedades, especialmente del cáncer.
Los avances en la Medicina de precisión están cambiando el abordaje de los pacientes oncológicos, sobre todo de aquellos con tumores imposibles de erradicar mediante intervenciones quirúrgicas. El conocimiento de las alteraciones moleculares únicas de cada tumor aporta información valiosísima para dar con un tratamiento personalizado, más eficaz y menos tóxico para el paciente. Así, la introducción de esta prueba en la práctica asistencial de Valdecilla ha logrado aumentar la supervivencia, por ejemplo, en algunos casos de pulmón, de 8 meses a 8 años.
“Cada paciente es diferente, cada tumor es diferente”, explica Javier Gómez, jefe del Servicio de Anatomía Patológica de Valdecilla. “El gran avance de este laboratorio de secuenciación masiva es que en lugar de ir gen a gen hacemos unos paneles en los que evaluamos 52 genes y así abrimos el abanico de posibilidades para poder tratar a estos pacientes”.
En buena medida, este avance es posible a una donación de la Fundación Amancio Ortega realizada en el año 2017 y destinada a financiar el avance en los tratamientos oncológicos, con la que se adquirió, entre otros equipamientos, el portátil de Radioterapia Intraoperatoria con el que cuenta el Hospital y se financió parte de este laboratorio de secuenciación masiva.
La apuesta por la Medicina personalizada de precisión para el tratamiento de los pacientes con cáncer cristalizó a partir del año 2019 con la implementación, no solo para investigación sino en la rutina hospitalaria, de la última tecnología y de un equipo de especialistas del Servicio de Anatomía Patológica que trabajan mano a mano con sus compañeros de los servicios de Oncología Médica y Hematología.
En poco más de un año han contribuido a detectar mejores opciones terapéuticas a un total de 1.500 pacientes con cáncer avanzado, y de ellos, 700 con tumores sólidos (de pulmón, ovarios, colon…) y 800 con leucemias y linfomas, procedentes de toda Cantabria e incluso de otras comunidades autónomas que solicitan la ayuda del Servicio de Anatomía Patológica de Valdecilla.
Por ejemplo, en el caso del cáncer de pulmón, el de mayor mortalidad según la Organización Mundial de la Salud, “antes solo podíamos mirar un 15% de cáncer de pulmón, el que tiene mutaciones en el gen EGFR”. Sin embargo, en el nuevo laboratorio de secuenciación masiva se pueden estudiar por el momento 52 genes, con los que se consigue elevar el porcentaje de casos que se benefician de esas nuevas dianas terapéuticas hasta el 60-65%. “Y probablemente iremos aumentando cada vez más el espectro”, añade el jefe del Servicio de Anatomía Patológica.
Gracias a ello, ya se han conseguido “tratamientos más eficaces con largos supervivientes, para los que conseguimos que el cáncer vaya modulándose y podemos incluso adelantarnos a cómo se van comportando las células del cáncer, detectando mutaciones de resistencia. Lo que vamos consiguiendo son supervivencias largas”, remarca.
Comité de Tumores Moleculares
Pero los datos aportados por tecnología puntera no son útiles sin nadie capaz de interpretarlos. A la enorme cantidad de información acerca de la presencia de alteraciones de DNA facilitada por el equipamiento de secuenciación genómica le sigue un proceso de análisis acerca de qué implicación patogénica tienen. En este punto, el trabajo de los biólogos es determinante, estudiando una a una las alteraciones detectadas para determinar su peligro.
Los resultados obtenidos son interpretados también desde el punto de vista clínico en el Comité de Tumores Moleculares, formado por profesionales de diferentes disciplinas y que se reúne cada semana para discutir los hallazgos de la secuenciación de los últimos días, además de elegir los nuevos casos que se abordarán a continuación.
“Cada paciente se discute por separado, vemos la posibilidad de incluirlo en un ensayo clínico, si tiene tratamiento específico, si merece la pena ahondar un poco más en alguno de estos casos en el conocimiento histológico o incluso molecular. Ese contacto estrecho y, por supuesto, el contacto telefónico de todos los días es fundamental. Este es un camino que si lo haces solo no te lleva a ningún sitio”, subraya Javier Gómez.