Sanitarios, deportistas, investigadores y artistas abordan los beneficios de incorporar al plan terapéutico de los pacientes diferentes actividades de ocio
El Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla apuesta por fomentar la medicina del estilo de vida en el tratamiento de los problemas de salud mental, es decir, acompañar las terapias más innovadoras a un nivel clínico, farmacológico y organizativo, de una serie de recursos que tienen más que ver con lo que puede hacer el individuo para sentirse mejor en cuestiones de autocuidado y hábitos de vida que repercutan positivamente en su recuperación y el mantenimiento de su salud, una vez restaurada.
Para profundizar en este tema, Psiquiatría Valdecilla, junto con el Instituto de Investigación IDIVAL y la colaboración de Janssen, han celebrado las jornadas ‘Innovación y Humanización. Claves para el progreso en salud mental’, con la participación de profesionales de diferentes perfiles, sanitarios, investigadores, economistas, artistas, deportistas e incluso un chef con tres Estrellas Michelin.
Psiquiatría de Valdecilla es un servicio especializado pionero en el diseño y la aplicación de programas innovadores y de humanización para el tratamiento de sus pacientes, como el programa CARS de prevención de la conducta suicida -que entre otras medidas incluye el uso de una aplicación móvil para el seguimiento estrecho de los pacientes-, el programa para la Depresión Difícil de Tratar, el de Teleasistencia para reclusos en la cárcel del Dueso o el proyecto Mentte, de mentorías terapéuticas para adolescentes ingresados, tal y como señaló la gerente del Hospital, Mª Dolores Acón, que aplaudió las iniciativas del Servicio en aras a paliar “una realidad social y sanitaria, que ha aflorado con más fuerza después de la pandemia causando un gran impacto en poblaciones vulnerables, como los jóvenes y los más mayores”.
Según explicó el jefe del Servicio de Psiquiatría, Jesús Artal, a pesar de las dificultades derivadas de la alta demanda y la escasez de profesionales especializados para cubrirla, la atención a la salud mental se encuentra en un momento ilusionante, gracias a “las oportunidades que plantean los nuevos tratamientos que están surgiendo para mejorar la calidad asistencial”.
Desde su punto de vista, la innovación y la humanización deben ir de la mano en los avances que están produciéndose ya en el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes, a los que hay que tratar “de forma personalizada y holística, guiada por la empatía, el respeto y la toma de decisiones compartida”, entendiendo que “son personas únicas y con diferentes experiencias”.
Así, señaló que “la humanización ya no es una asignatura optativa, sino obligatoria” y que “la asistencia sanitaria es sólo una parte de la salud”, por lo que abogó por “incorporar al plan terapéutico de los pacientes actividades de ocio que son beneficiosas y que frecuentemente son abandonadas por las personas que están pasando por una depresión”. “Está demostrado su valor terapéutico; sabemos que funcionan”, recalcó.
Actividades para engrandecer la vida
Los beneficios de realizar alguna actividad artística como el canto, cocinar, sentarse alrededor de una mesa y compartir momentos e invertir en un estilo de vida cada vez más gratificante mediante la socialización y el ejercicio físico han sido algunos de los temas tratados durante las diferentes mesas celebradas durante estas jornadas.
Así, el chef con tres Estrellas Michelin Jesús Sánchez y los médicos Gabriel Argumosa y Carlos Mirapéix ensalzaron la capacidad de enfoque en el momento presente – o mindfulness – del acto de cocinar. “Es meditación activa, desde que piensas la receta a la preparación de cada ingrediente”, señalaron, indicando que, los olores y los sabores de muchos de los platos que cocinamos tienen la capacidad de reconfortarnos, hacernos recordar momentos y personas y regocijarnos también cuando los disfrutamos a la mesa, ya sea solos o en compañía de seres queridos.
“Organizar comidas tiene un gran componente emocional y de cohesión con la familia o los amigos”, afirmaron, al tiempo que defendieron que cocinar y disfrutar de la comida “es un ejercicio tremendamente beneficioso para la salud mental”.
Como también lo es, según el tenor José Manuel Zapata y el jefe del Servicio de Psiquiatría, Jesús Artal, ejercitar alguna actividad artística y particularmente el canto. “Es un medio maravilloso en el que apoyarse”, porque “la música nos trae recuerdos, llega a lugares profundos, nos acompaña desde el vientre de nuestra madre hasta el final de nuestra vida” y cuando se hace en compañía de otros seres humanos, en un coro, se viven sensaciones “de unión, de equipo, de generosidad y reconciliación”, porque el objetivo del canto coral es, precisamente, lograr empastar, esto es, hacer que “muchas voces suenen como una sola”, un efecto emocionante y muy alentador, cuando de lo que se trata es de sentir que no se está solo.
Por lo que respecta a la actividad física, el instructor Antonio Suárez, el enfermero especialista en salud mental Javier Sastre, y la bailarina y deportista Gloria Rueda, han ensalzado los beneficios de la marcha nórdica, como ejemplo de lo que el deporte al aire libre y en grupo aporta a cualquier ser humano y especialmente en el caso de encontrarse en un momento en su vida en el que se padece una depresión.
Enfrentarse a un reto físico, disfrutar de la compañía de otras personas, al tiempo que se está en contacto con la naturaleza es, sin duda, tal y como señalaron, unos buenos pilares sobre los que cimentar la recuperación. Y son también unos buenos mimbres para evitar una recaída.
El proyecto Mentte
Una de las últimas innovaciones puestas en marcha por el Servicio de Psiquiatría de Valdecilla, que están íntimamente vinculadas a la humanización de la atención a los pacientes con problemas de salud mental, es el proyecto Mentte que ha cumplido un año de andadura.
Tal y como han explicado en las jornadas la coordinadora de Psiquiatría Infantojuvenil de Valdecilla, Beatriz Payá, y las participantes en el proyecto Leticia Mena, Leyre Herreros y Teresa Murciano, este proyecto está cosechando ya muchas alegrías, porque ha conseguido implicar a un buen número de mentores y beneficiar a unos 35 adolescentes.
Dirigido a sus pacientes de entre 12 y 18 años con trastornos mentales graves, el objetivo del proyecto Mentte es contribuir a su desarrollo y proporcionar nuevas experiencias y enfoques de vida estimulantes y enriquecedores con los que mejorar su situación personal, a partir del desarrollo de nuevas fortalezas y visiones del mundo, de la mano de los mentores, que son profesionales de diferentes ámbitos (las artes, el emprendimiento…) que altruistamente ofrecen talleres y charlas a los jóvenes, invitándoles a conectar con nuevos propósitos de vida.
Este proyecto, que es pionero a nivel nacional, ha sido desarrollado en colaboración con los propios pacientes a los que va destinado y continúa creciendo con la incorporación de nuevos mentores y de empresas que desean colaborar mediante aportaciones económicas con las que ampliar el programa de actividades.
Avances y rentabilidad
Durante estas jornadas, también se abordaron algunas innovaciones terapéuticas en materia de farmacología para el tratamiento de la depresión grave. La doctora Ana Isabel de Santiago repasó algunos de los resultados obtenidos del uso compasivo de la esketamina en un grupo de 14 pacientes del Hospital. Estos pacientes, tal y como explicó, se encontraban en una situación muy grave, no habían respondido a hasta 5 líneas de tratamiento y llevaban una media de evolución de la enfermedad de 18 años.
Los resultados obtenidos son alentadores en el sentido de que se ha conseguido una tasa de remisión del 71%, de una manera rápida -los efectos se consiguen a la cuarta semana- y han mostrado también ser eficaces en el largo plazo, ya que los beneficios se mantienen incluso un año después de haber interrumpido el tratamiento. Todos los demás indicadores importantes, como la recuperación de la funcionalidad, la competencia cognitiva y la autopercepción de calidad de vida “también han mejorado muchísimo” con el tratamiento con este fármaco.
Un avance importante para tratar “la primera causa de discapacidad en el mundo”, tal y como recordó el doctor Marcos Gómez, que señaló las “altas tasas de resistencia y el impacto enorme en la vida de los pacientes y su entorno” de la depresión. Y que, según defendió el profesor de la Universidad de Cantabria e investigador del Grupo de Economía de la Salud de IDIVAL, David Cantarero, “tiene un gran impacto económico” en costes, no sólo de tratamiento, sino indirectos, que hacen positiva la inversión en nuevos abordajes integrales, innovadores y humanizados que consigan mejorar la perspectiva de estos pacientes y la prevención.
En este sentido, el doctor de la Unidad de Análisis del Servicio de Psiquiatría, Luis Gaite, defendió que la inversión en nuevos programas genera un efecto positivo que también ahorra costes al sistema sanitario y a otros departamentos del Gobierno (Justicia, Empleo, etcétera), como ya han demostrado algunos de los programas puestos en marcha en Valdecilla.
El foco en el paciente
El director general de Planificación, Ordenación, Gestión del Conocimiento y Salud Digital del Servicio Cántabro de Salud, Óscar Fernández Torre, aplaudió los últimos pasos dados en la atención a la salud mental por parte del Servicio de Psiquiatría de Valdecilla, tanto en el uso de las nuevas tecnologías con las que se intensifica e individualiza la atención, como en el campo organizativo, en el que tanto la innovación como la humanización se han conseguido ideando “cambios en la forma de prestar los servicios”.
Fernández Torre defendió que “la inmensa mayoría de la innovación viene del intra emprendimiento” porque “son los propios profesionales en contacto directo con los pacientes los que atesoran el conocimiento que es la base para proponer cambios”, una línea que la Consejería de Salud del Gobierno de Cantabria, según afirmó, está decidida a fomentar.
En este sentido, la directora general de Farmacia, Humanización y Coordinación Sociosanitaria de la Consejería de Salud, Isabel Priede, abogó por priorizar en todas las decisiones que se tomen en este sentido “la perspectiva de los pacientes y sus familiares”, algo que centrará, según indicó, las líneas de trabajo de su departamento para los próximos cuatro años.
Al respecto, la psicóloga y coordinadora de ASCASAM, Soledad Arrate, señaló la necesidad de que los próximos pasos en innovación y humanización de la asistencia a los problemas de salud mental vayan encaminados a conseguir “una atención centrada en la persona, individualizar las intervenciones, tender a cero contenciones, evitar la sobremedicación” y también a “disminuir los ingresos involuntarios, contar con las personas y sus familiares para la toma de decisiones” e informar a los pacientes y sus familiar acerca de “la enfermedad, el tratamiento y los recursos disponibles”.