Más de 800 pacientes han pasado por el Programa de Alta Resolución para el Manejo de la Conducta Suicida y Prevención del Suicidio (CARS), que está operativo desde el año 2016
Una treintena de profesionales en salud mental procedentes de todo el país se han dado cita esta mañana en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) para participar en la jornada de difusión de sus programas de Depresión Difícil de Tratar y Alta Resolución para la Prevención del Suicidio.
Este es el tercer año que el hospital cántabro organiza este encuentro para exponer las principales características de estos programas, que pueden servir de referencia para implantar iniciativas similares en otros centros sanitarios. Además, la jornada ha posibilitado el intercambio de experiencias y opiniones entre profesionales de la Psiquiatría a través de mesas redondas y debates que se han combinado con la presentación de las ponencias.
Jesús Artal, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Valdecilla, ha explicado cómo la innovación terapéutica es la que lleva a la innovación organizativa, en este caso con la creación de programas de alta intensidad para patologías específicas. En este sentido, Ana Isabel de Santiago, jefa de Sección de Psiquiatría y responsable del Programa de Alta Resolución para el Manejo de la Conducta Suicida y Prevención del Suicidio (CARS), se encargó de la descripción general de este programa pionero puesto en marcha en Valdecilla en el año 2016 y comunicó los resultados obtenidos a lo largo de estos casi 9 años de desarrollo. Profesionales del equipo CARS participaron también en la jornada, exponiendo de forma práctica la labor asistencial que se lleva a cabo de forma interdisciplinar en este programa
El proyecto, por el que ya han pasado más de 800 pacientes, ofrece una asistencia ambulatoria rápida, intensiva, integral e integrada en la red de salud mental, incluyendo la monitorización de la recurrencia de conducta suicida durante los doce meses siguientes al episodio índice. Además, para evitar la cronificación y la dependencia de los profesionales, tiene una duración dividida en fases y limitada en el tiempo. Inicialmente se centra en la contención y estabilización clínica, para continuar con una fase de terapia grupal que potencia la autonomía del paciente y le facilita la recuperación de las riendas de su vida. Esta iniciativa ha sido reconocida con distintos premios y ha servido de referencia para que otras comunidades pongan en marcha sus propios proyectos específicos en el manejo de conductas suicidas.
En cuanto al Programa de Depresión Difícil de Tratar (DDT), que ya ha atendido a 200 pacientes, arrancó en el Hospital Valdecilla hace dos años “debido a la prevalencia de este trastorno, la afectación funcional que genera, el riesgo de suicidio, sus implicaciones sociales, el impacto económico que representa y la aparición de nuevas estrategias terapéuticas que pueden resultar muy eficaces para el tratamiento de estos pacientes”, ha explicado Jesús Artal.
Marcos Gómez Revuelta, psiquiatra y responsable del programa DDT, ha presentado el modelo implantado en Valdecilla para atender específicamente a esos pacientes que no responden a los tratamientos habituales contra la depresión. Desde el Servicio de Psiquiatría del centro sanitario cántabro destacan la importancia de la aparición de nuevas estrategias terapéuticas que pueden resultar muy eficaces para este tipo de tratamientos. Una de las grandes novedades en este sentido ha sido la esketamina, “el primero de una serie de fármacos para depresiones resistentes que disminuirá sufrimiento, acelerará mejoras y reducirá costes laborales”.
En Cantabria, el uso de este fármaco se aprobó antes de que el Sistema Nacional de Salud lo financiara, lo que ha permitido que un número importante de pacientes se haya podido beneficiar ya. “Hemos sido testigos de sus beneficios y nos hemos convertido en expertos en el manejo de esta innovación terapéutica un año antes que la gran mayoría de centros hospitalarios del país”, ha asegurado Artal.
El hecho de que este avance se pueda combinar con otros tratamientos potentes, aunque más antiguos, como la terapia electroconvulsiva, permite atender a los pacientes con todas las herramientas disponibles dentro de este programa específico que se lleva a cabo tanto en las Unidades de Salud Mental (USM), con la inclusión del paciente en el proceso y el manejo clínico de los primeros estadios, como en otros dispositivos o programas (planta de hospitalización completa, hospitalización parcial o programa de prevención del suicidio) continuando hasta que pueda ser tratado de nuevo en las USM o en Atención Primaria.
Hace ya décadas que el Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla ha apostado por poner en marcha programas específicos para patologías complejas, como es el caso, también, de la atención a la psicosis o a problemas de conducta alimentaria.