El compositor, Luis Ángel Martínez, la letrista, Begoña Alonso, y la promotora, Maite Gutiérrez, han entregado la obra a la Dirección del Hospital
El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla es, que se sepa a día de hoy, el único que cuenta con su propio himno. Una obra compuesta por el pianista y profesor del Conservatorio Ataúlfo Argenta, Luis Ángel Martínez, con letra de Begoña Alonso, y fruto de la iniciativa de Maite Gutiérrez, una ex secretaria del centro con una amplia trayectoria en el mundo coral.
La partitura general del himno, la de cada uno de los instrumentos, la letra y una grabación del mismo han sido entregados hoy a la Dirección del Hospital, en un emotivo acto celebrado en el salón noble de la Biblioteca Marquesa de Pelayo, donde se ha escuchado por primera vez la composición musical.
La obra ha sido recepcionada por una nutrida representación de la Dirección del Hospital, con el gerente a la cabeza, el doctor Rafael Tejido; la directora Médica, Rosana García, y la directora de Enfermería, Gema García, que han agradecido efusivamente el gesto de cariño hacia todos los profesionales del Hospital en forma de creación artística.
Tal y como ha explicado el compositor, se trata de una obra de orquestación estándar, ideada para ser interpretada por una orquesta sinfónica. Mientras tanto, y en los actos oficiales en los que no sea posible contar con la participación de este tipo de formación musical, el Hospital podrá utilizar una grabación del himno, para la que ha sido fundamental la colaboración técnica del también profesor del conservatorio santanderino Emilio Otero Alonso.
La idea de crear un himno para Valdecilla comenzó hace un par de años, pero ha eclosionado este pasado verano. Maite Gutiérrez, que en la actualidad es la directora del Coro de Valdecilla y fue la subdirectora de la Coral Salvé de Laredo, le propuso el reto a Luis Ángel Martínez. Este aceptó, aunque puso como condición que le entregara una letra con la que inspirarse. Y es ahí donde entró en juego Begoña Alonso, una docente ya jubilada, prolífica en la escritura de poesía, que había sido compañera de colegio de Maite.
“En un principio el encargo me asustó un poco, porque yo no había trabajado nunca en el Hospital, sentía que no lo conocía bien desde dentro. Pero luego pensé que todos tenemos una historia con Valdecilla. Y la letra fluyó”, explica emocionada Begoña, orgullosa por “dar un poco de una misma a los que tanto han hecho por nosotros”.
Su emoción, señala, “tiene mucho que ver con la pandemia: necesito agradecer al Hospital, a su factor humano, toda su dedicación y los sacrificios que han tenido que hacer por nosotros”. Una gratitud que también ha sido el motor para el compositor. “No es un hospital cualquiera. Es nuestro hospital. Le debemos tanto a Valdecilla, un centro con una estela tan magnífica…”
“Me hacía ilusión escribir esto para el Hospital. Si hubiese sido otro tipo de encargo habría declinado, pero para Valdecilla lo he hecho encantado. Y estoy contento con el resultado. Es muy solemne, no es un himno que pase desapercibido”, apunta el que fuera el primer español admitido en el conservatorio Tchaikovski de Moscú y es hoy un reputado pianista y profesor.
El acto de entrega del himno de Valdecilla, que se custodiará en el archivo histórico de la institución, ha incluido la entrega de un obsequio institucional a los creadores y promotora de la iniciativa, que han firmado también en el libro de honor del Hospital.