‘Historia Viva de la Sanidad Cántabra’ es un recurso en línea, accesible a toda la sociedad, que recoge la historia de varios profesionales del sistema de salud de Cantabria, especialmente de Valdecilla
La Biblioteca Marquesa de Pelayo del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) acaba de diseñar otra singular iniciativa, un taller híbrido, físico y virtual, dedicado a preservar y poner en valor las vivencias de los profesionales sanitarios de Cantabria. Se trata de ‘Taller de Historia Viva de la Sanidad Cántabra’, un proyecto que recoge las historias de vida de profesionales del sistema de salud de Cantabria, haciendo especial hincapié en Valdecilla, lugar donde se aloja la biblioteca.
El taller forma parte de la estrategia diseñada por la biblioteca para abrirse a la sociedad, un interés que la biblioteca biomédica de Cantabria vehicula a través de la extensión bibliotecaria. De hecho, a esta misma línea de trabajo pertenecen los otros cuatro proyectos recientes de los que la biblioteca hace gala y que han despertado un gran interés por esta biblioteca especializada de acceso restringido a personal sanitario, pero que está explorando distintas formas de ofrecer en abierto aquellos contenidos que sean de interés general.
Se trata de ‘Los dominios del corazón’, que propone una lectura de género de la memoria histórica de Valdecilla, con una muy buena acogida, igual que “Con Ciencia de Mujer”, dedicado a perfiles de profesionales sanitarias no suficientemente reconocidas, a los que se suman ‘Viriditas’ y ‘El Papel de la Sanidad’.
El objetivo del ‘Taller de Historia Viva de la Sanidad Cántabra’ es recoger testimonios de trabajadores del sistema de salud de Cantabria que sirvan, en palabras del responsable de la biblioteca, Mario Corral, “para fijar mejor las coordenadas del sistema, y me refiero a las vitales”. Esta “recolecta” de experiencias se realizará mediante entrevistas realizadas por el propio Corral a profesionales del sistema. Se buscan testimonios “de interés tanto para el resto de compañeros como para el conjunto de la sociedad.” En este sentido, el responsable del centro ha aclarado que “no se va a obligar a nadie a participar, por supuesto. Se trata de un proyecto colaborativo, que parte del convencimiento de que la información es un bien social solo si se comparte”.
“La trayectoria vital de nuestros profesionales sanitarios o el recuerdo de experiencias puntuales especialmente significativas, como por ejemplo el derrumbe de parte de la fachada del antiguo edificio de Traumatología el año 1999, los primeros trasplantes o cómo se vivieron los atentados de ETA, como el de La Albericia del año 1992, o los disturbios de Reinosa del año 1987, son importantes para saber cuál es nuestra herencia, para hacer equipo y para relacionarnos mejor con nuestro entorno, en definitiva, para hacernos mejores”, ha señalado Mario Corral.
Tal y como ha explicado Corral, “el objetivo es enriquecer el humus en el que hunde sus raíces el sistema de salud de Cantabria, crecer más fuertes nosotros, con más vigor, y dar mejor cobijo a quienes nos rodean”.
También en la web de Valdecilla
Las entrevistas se pondrán a disposición pública a través de un sencillo recurso electrónico que se actualizará de forma periódica y también estarán disponibles en la página de la Biblioteca y en la extranet del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, en el apartado ‘Comunicación y Responsabilidad Social Corporativa (RSC)’, de reciente creación, en todos los casos de forma libre y gratuita.
La sede física del Taller se encuentra en la Biblioteca Marquesa de Pelayo. Comparte espacio con el Fondo Madinaveitia, la torre noreste del pabellón 16. “Es su hábitat natural”, ha especificado Mario Corral. El Fondo Madinaveitia recibe su nombre del primer doctor que expuso a principios del siglo pasado la necesidad de crear una biblioteca especializada que diera cobertura a todos los profesionales sanitarios de España.
“La Biblioteca Marquesa de Pelayo es esa biblioteca que Madinaveitia vislumbró”. Y tal y como ha explicado Mario Corral, “nacimos como biblioteca nacional de medicina a imitación de la NLM norteamericana, que todavía hoy nos sirve como referencia, casi un siglo después”. “Hoy día esta condición la ostenta por Decreto la biblioteca del Instituto de Salud Carlos III, pero nosotros, que hemos ampliado nuestra cobertura a todos los profesionales de las Ciencias de la Salud, no solo a los médicos, no hemos perdido nuestro peso e influencia”.
Enriquecer y poner en valor el Fondo Madinaveitia
La creación del Taller ha permitido enriquecer el Fondo Madinaveitia con una sección dedicada a biografías y memorias de profesionales sanitarios locales, nacionales e internacionales, “como por ejemplo la biografía dedicada a los años de formación de Gregorio Marañón, de padre cántabro, en los que Cantabria está muy presente, la autobiografía de Bastos Ansart, traumatólogo vinculado a los primeros años de la Casa de Salud Valdecilla, o la biografía del propio Madinaveitia”, ha insistido Mario Corral.
Los títulos incluidos se pueden consultar en el catálogo de la Biblioteca Marquesa de Pelayo y en el catálogo colectivo de bibliotecas especializadas en Ciencias de la Salud de España, donde se ha creado, a instancias de la Biblioteca Marquesa de Pelayo, la categoría ‘Biografías y Memorias’.
Un sentido homenaje a Antonio Montesino
Por último, el responsable de la biblioteca y, por ende, del proyecto, se ha referido a la denominación del mismo. “La palabra taller es en homenaje a Antonio Montesino, agente cultural de referencia en Cantabria”. Él –ha dicho Corral- puso en pie talleres estables como el de poesía experimental en la Universidad de Cantabria o el de Antropología de La Ortiga”.
Respecto al concepto de “historia viva”, Mario Corral ha aclarado que “es relativamente novedoso. En pocas palabras, se trata de un ejercicio de actualización de experiencias personales potencialmente extrapolables a una comunidad”. Respecto a la sanidad cántabra, se incluye la privada, “porque, aunque no seamos lo mismo que ellos, también forman parte del sistema”.
A futuro, ha avanzado Corral, “esperamos abrir otros frentes y poder contar con la colaboración de la Asociación de Antiguos Trabajadores del HUMV para poner nombre y apellidos a las personas que aparecen en las grabaciones institucionales de los años noventa, que hemos recuperado recientemente”.
Se trata de grabaciones de actos, de operaciones relevantes, etc., cuyo contenido ya se ha volcado en soporte digital para que su visionado sea más sencillo. “También nos gustaría trabajar con nuestro patrimonio fotográfico. Los artistas que firman las obras de arte que enriquecen nuestras instalaciones seguro que también tienen mucho que contar. Cuantos más seamos y más implicados estemos todos, mejor. Esa es la idea”, ha añadido el responsable de la biblioteca.