Esta técnica combinada produce una realidad aumentada que limita el sacrificio de elementos vasculares sensibles y evita secuelas postoperatorias permanentes
El Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV) acaba de realizar la primera intervención quirúrgica de una malformación arterio-venosa que combina el microscopio robotizado de última generación adquirido el pasado noviembre, el mapa de flujo cerebral intraoperatorio y el sistema de navegación computarizada, actualizado el pasado mes de junio.
«La combinación de estos tres elementos se convierte en un avanzado arsenal tecnológico que genera una imagen de realidad aumentada, que ayuda enormemente al cirujano, porque añade información funcional a la tradicional de la anatomía microquirúrgica», ha explicado el jefe de Servicio de Neurología del HUMV, Rubén Martín.
Una técnica que mejora la seguridad de los procedimientos microquirúrgicos, sobre todo en los casos más sensibles, como las malformaciones arterio-venosas cerebrales, que son patologías de extrema complejidad en las que hay una conexión directa entre las arterias y las venas del cerebro.
Esta patología suele afectar a adultos jóvenes y debuta como una hemorragia cerebral o crisis epilépticas y su abordaje precisa de un equipo entrenado multidisciplinar que incluye neurocirujanos, neurorradiólogos y oncólogos radioterapeutas.
Neuronavegación, realidad aumentada y análisis del flujo cerebral
Esta «delicada y compleja» intervención quirúrgica utiliza la neuronavegación, la realidad aumentada y el análisis del flujo cerebral mediante fluorescencia intraoperatoria para garantizar una cirugía de mayor calidad y con menores secuelas postoperatorias permanentes.
Esta combinación permite determinar si una arteria concreta, además de llevar sangre a la malformación, nutre áreas expresivas del cerebro, evitando así el sacrificio de elementos vasculares sensibles y disminuyendo significativamente el riesgo de déficit neurológico postoperatorio.
El día previo a la intervención, el Servicio de Neurorradiología somete al paciente a una oclusión endovascular de las ramas arteriales que nutren la malformación. El objetivo es disminuir el flujo sanguíneo a la malformación y facilitar con ello la tarea posterior de los neurocirujanos.
Microscopio robotizado, clave en neurocirugía craneal y espinal
El Servicio de Neurocirugía-Unidad de Raquis Quirúrgico de Valdecilla incorporó el pasado mes de noviembre un microscopio robotizado de última generación que es clave en la neurocirugía craneal y espinal.
Gracias a esta pieza de última tecnología robotizada se han incluido en las intervenciones funciones de exoscopio con visualización 3D, un sistema de microinspección para alanzar áreas anatómicas ocultas (las que corresponderían a los ángulos muertos de los espejos retrovisores de los coches) o la aplicación de diferentes tipos de fluorescencia, que permiten diferenciar el tejido tumoral del tejido sano o determinar el flujo sanguíneo de un área del cerebro expuesta.