¿Cómo ha vivido el servicio este año 2021, en un contexto de “recuperación” de la normalización asistencial tras la fase más dura de la COVID-19?
En la Unidad de Cardiología Intervencionista no paramos en ningún momento, ya que los procedimientos de demanda urgente suponen la mayoría de nuestro volumen de actividad. Los procedimientos electivos se redujeron en los primeros 2-3 meses de la pandemia, pero luego se normalizó totalmente la actividad. Llevamos ya mucho tiempo con funcionamiento normal, con los tests y medidas de prevención, obviamente.
¿Cómo ha sido el reto de mantener o incrementar la calidad en un contexto como este?
La clave fue mantener esa calidad preservando también la seguridad de los pacientes y también la de los profesionales de salud, especialmente durante el primer periodo, en el que se desconocían tantas cosas sobre el COVID.
Los profesionales respondieron de forma excepcional, aplicando los protocolos de forma precisa y completa. Estos protocolos se instauraron muy pronto y se fueron adaptando a la realidad epidemiológica de cada momento. La clave, el compromiso, y el reto, la incertidumbre de la situación.
¿Qué supone este Premio BiC?
Lo hemos recibido con anterioridad y es un reconocimiento que se agradece, y mucho, y sin duda motiva para seguir mejorando. Nunca puedes pensar que ya se está en el punto óptimo, ese sería el inicio del camino hacía la decadencia. Queremos hacerlo mejor, aprender de otros, hacer auto-crítica y aplicar el ciclo de mejora.
¿Cuáles han sido vuestros últimos avances en calidad en atención al paciente?
Hemos continuado analizando y mejorando los procesos asistenciales, trabajando conjuntamente con todos los agentes implicado en los mismos, para lograr mayor agilidad, reducir las esperas y facilitar la comunicación con los pacientes. Por ejemplo, se ha promovido la actividad ambulatoria para los casos que mejor se adaptan a la misma, y también se potenció la consulta de alta especialización para la fase previa y posterior a los procedimientos de intervencionismo más complejos como la TAVI.
Todo ello siempre manteniendo el altísimo estándar de calidad que nos marcamos.
¿Qué proyectos nuevos hay a la vista? ¿Cómo afronta el futuro la Unidad?
Siempre hay nuevos proyectos, pero es preciso no abrir nuevas vías sin haber cerrado satisfactoriamente las ya iniciadas. Tenemos que desarrollar aún más la actividad ambulatoria, para descargar al Hospital, aumentar la actividad para técnicas en crecimiento de demanda como la TAVI, coordinando mejor con otros especialistas implicados dado su carácter multidisciplinar y sin duda, renovar algunas infraestructuras claves.
Tenemos en marcha muchos proyectos de investigación, tanto locales como multicéntricos, estos últimos de colaboración y también liderados por nosotros, a nivel internacional y nacional.
¿Cuántos y qué perfiles profesionales forman parte del equipo?
Tenemos a los profesionales médicos, que comprenden 6 adjuntos, 1-2 residentes de Cardiología y un fellow de intervencionismo, a los profesionales de enfermería, auxiliaría, administración y técnico de apoyo a la investigación. Una gran familia que es fundamental mantener cohesionada, para así lograr los objetivos.