¿Cómo ha vivido la Unidad este año 2021, en un contexto de “recuperación” de la normalización asistencial tras la fase más dura de la COVID-19?
Durante la pandemia nos propusimos dentro del Servicio, pero sobre todo en la Unidad de Cefaleas, que nuestros pacientes no solo la notaran lo menos posible, sino que incluso sintieran una mejoría en su atención. Pensábamos que, ya que muchos de nosotros no estábamos en primera línea de la atención al Covid, era lo mínimo que podíamos hacer con nuestros pacientes. En ningún momento suspendimos las consultas presenciales, ni diferimos los procedimientos como los bloqueos nerviosos o las infiltraciones con toxina e incrementamos muy sensiblemente la accesibilidad y las consultas telemáticas de seguimiento. La pandemia sí nos ha influido sensiblemente en la fluidez de los ensayos clínicos que se llevan a cabo en la Unidad.
Hemos llevado a cabo una encuesta entre 150 pacientes de nuestra Unidad de Cefaleas, cuyos resultados se presentan a la reunión de la Sociedad Española de Neurología, para valorar el grado de satisfacción de los pacientes en la Unidad durante la pandemia. Los resultados indican, por ejemplo, que mientras que un 28% de los pacientes habían tenido cancelaciones en otras consultas, esto solo había ocurrido en un 2% de nuestros pacientes en la Unidad, que casi la mitad de los pacientes deseaba continuar con consultas telemáticas de seguimiento en el futuro y que 3 de cada 4 habían mejorado de sus cefaleas durante la pandemia con el tratamiento de nuestra Unidad.
¿Cómo ha sido el reto de mantener o incrementar la calidad en un contexto como este? ¿cuáles han sido las claves y los desafíos?
Además de mantener la presencialidad en todo momento y de estrechar el contacto en las consultas telemáticas, hemos realizado encuestas de satisfacción para identificar posibilidades de mejora. Hemos llevado a cabo, asimismo, proyectos para mejorar la gestión en la Unidad y para identificar y eliminar aquellos aspectos de la asistencia que son superfluos.
¿Qué supone este Premio BiC?
Supone una importante inyección de moral para todo el equipo que viene a compensar de alguna manera el esfuerzo del último año. Somos conscientes de la importancia de estos premios, ya que presentarse a los mismos es libre y su consecución se basa en un cuestionario objetivo. Si el año pasado interpretamos el primer premio BIC en Cefaleas como una consecuencia de más de 25 años de dedicación específica a esta patología, este año este galardón lo entendemos como un reconocimiento a los esfuerzos que hemos llevado a cabo los últimos meses, no solo en calidad en atención al paciente, sino en cuanto a impulsar enormemente nuestra investigación traslacional en cefaleas.
¿Cuáles han sido los últimos avances en calidad en atención al paciente?
Destacaríamos, además de la “normalización” de las consultas telemáticas de seguimiento ya comentada, las vías clínicas de atención al paciente con cefaleas trigémino-autonómicas y neuralgias del trigémino incoercibles, algo que nos ha permitido la incorporación de un contrato Río-Hortega este último año a la Unidad.
¿Qué proyectos nuevos hay a la vista?
Nuestros proyectos inmediatos son varios y variados. En Valdecilla siempre se ha apostado por la innovación y en este sentido hemos desarrollado protocolos específicos de tratamiento para pacientes con cefaleas trigémino-autonómicas o neuralgia del trigémino refractarias que incluyen, por ejemplo, radiocirugía, cirugía abierta mínimamente invasiva o implantes de estimulación nerviosa, en coordinación con Servicios como Anestesia, ORL, Radiología, Radioterapia y Neurocirugía. Estos tratamientos avanzados colocan a nuestro hospital como referencia en el manejo de estos pacientes desesperados.
Estamos también implementando protocolos de seguimiento específicos, con gran componente de investigación traslacional, para aquellos pacientes en tratamiento con los anticuerpos antiCGRP, que han venido a revolucionar positivamente el manejo de aquellos pacientes con migraña refractaria, y tenemos en este momento proyectos abiertos, por ejemplo, en la búsqueda de biomarcadores en cefalea, en relación con la cefalea y el Covid, la influencia del sistema glinfático o en aspectos epigenéticos en las cefaleas crónicas.
No nos vamos a olvidar de mejorar la relación con Atención Primaria, un aspecto necesario en esta patología y en el que estamos insistiendo ya, tanto desde el punto de vista formativo para mejorar la gestión en la derivación, como desde la investigación. En síntesis, vemos el futuro con optimismo y como un reto altamente atractivo en este campo de la Neurología, que no olvidemos supone una de cada cuatro consultas en nuestros Servicios.
¿Cuántos y qué perfiles profesionales forman parte del equipo?
En nuestro Servicio de Neurología somos tres los neurólogos los que tenemos consultas monográficas de Cefalea (entre una y tres a la semana por profesional), un cuarto neurólogo goza de un contrato Río-Hortega, con dedicación total a la cefalea y es responsable de los ensayos clínicos y los proyectos de investigación, y acabamos de sumar otro neurólogo más, que nos apoyará a tiempo parcial en la atención e investigación en pacientes con cefaleas trigémino-autonómicas, una línea en la que queremos ser punteros en asistencia e investigación.
La Unidad sería inviable sin nuestras dos enfermeras de las consultas, Mavi y Nadia, que hacen una labor impagable en el seguimiento y en la obtención de muestras biológicas de los pacientes con cefalea. Por último, disponemos también de un laboratorio de investigación, en el que trabajan un biotecnólogo a tiempo completo y una bióloga a tiempo parcial.
